domingo, 16 de octubre de 2011

simón bolivar






Le dije que a cinco cuadras de su casa existía un conjunto de viviendas tan atípico que no entendía como nunca me lo había mencionado. Ah, si, el Simon Bolívar.

3 comentarios:

Gordon dijo...

Este lugar tiene algo....
Y pasan los años y aun no tiene rejas. Los jardines siguen siendo publicos. Debe tener sus quilombos, pero es como la realizacion de la vivienda colectiva.

Anónimo dijo...

Y mas vale, entra adentro, el que entra a robar, muere. Sabelo.

no soporto a la gente dijo...

Somos todos amantes de la convivencia, pero, si es necesario, mataremos para defenderla...

Como sea, su espíritu de autodefensa tuvo más éxito que en los monobloques de Constitución y Pozos, donde debieron poner rejas para impedir el acceso de los transeúntes -en general, borrachos y drogones, cuando no linyeras que pretendían acampar allí- al parque que hay en el centro de la manzana.
Siempre me pareció ridículo que para acceder al parque los vecinos debían salir a la calle. En cambio, cualquier transeúnte podía pasar al parque y, digamos, echarse un meo junto a las ventanas de la planta baja que da al parque.

A mí esas columnas del Simón Bolívar me parecen asfixiantes.
Y la sarasa de lo colectivo me rompe la paciencia un poco bastante. Quiero privacidad, intimidad, y no la exposición obligada de esta mole, que parece aún mayor que las de otros edificios.
Lo único bueno es que no tienen balcones (muerte a los balcones; más bien, muerte a quienes usan el balcón como extensión de su living y fuman, charlan, hablanr por celular, escuchan música, cogen, etc., en el balcón, a dos metros y una parecita finita de tu (¡mi!) living.